Estamos ya a finales de julio, han pasado 8 meses
desde el 20-N, y nada ha mejorado desde
entonces, al contrario, todo ha empeorado. El PP no ha cumplido nada de lo
prometido (cuánto se equivoca el que dijo lo prometido es deuda), y ha hecho
todo lo que decía que no haría, todo lo que criticaba al PSOE cuando estaba en
el gobierno. Ha recortado a lo que podía
ser uno de los pilares del crecimiento (la educación), ha recortado los sueldos
de los funcionarios, aumentando su horario de trabajo, ha recortado todo lo que
ha podido a los que menos tienen, quitando derechos fundamentales, mientras los
privilegiados (banqueros, políticos y demás delincuentes) se mantienen impunes
y laureados. Y nosotros seguimos en la comodidad del sofá, pegados a la tele y
escuchando cuál es el recorte de ese día, como si fuera ya cotidiano, una
tradición española.
¿Qué coño nos pasa por la cabeza? Ya sé que ha salido gente
a la calle, mineros, funcionarios y demás, pero es que deberíamos estar todos
defendiendo nuestros derechos, porque nos están tomando el pelo. Ya no Rajoy,
ya no el PP ni el PSOE, que solo son mandados.
Los recortes vienen de más lejos, de una señora alemana, a la que
nosotros no hemos elegido, pero que ejerce su dictadura sobre nosotros. Y luego
lo llamaremos democracia, tan orgullosos, desde el sofá de nuestra casa, con la
tele encendida y una sonrisa de oreja a oreja. Porque así nos dijeron que lo
hiciéramos, porque todos estamos manipulados por ellos aunque no nos demos
cuenta. Porque es más fácil y más cómodo mirar la televisión que gritar, luchar
y pensar. Es más fácil vivir en el sofá.
Sé obediente. Estudia, trabaja, cásate, ten hijos,
hipotécate, mira la tele, compra muchas cosas. Y sobre todo, no cuestiones
jamás lo que te han dicho que tienes que hacer.
Peter Joseph