martes, 30 de octubre de 2012

Ciencia y creencia

Las religiones han surgido desde la Prehistoria con el objetivo de dar respuesta a preguntas sobre el ser humano y el Universo que no pueden ser contestadas racionalmente. Sin embargo, muchas de ellas plantean dogmas que han de ser creídos en su totalidad, donde no hay cabida a la libre interpretación o la razón. Esto tiene una clara función política. Un pueblo que posee una fe ciega, que no se plantea la veracidad de nada de lo que le dicen, carente de curiosidad, en el que los individuos no utilizan su capacidad racional y desarrollan su propia personalidad, es un pueblo fácilmente manipulable. 

La ciencia surge con el mismo objetivo, encontrar respuestas a las preguntas universales. Sin embargo, en la ciencia no existen los dogmas, ni una verdad absoluta, sino que se crea un paradigma vigente en la actualidad en el que todo se pone en duda. Una nueva ley o teorema aceptado por la comunidad científica puede echar por tierra todo lo anterior. La ciencia se basa en la curiosidad, en la observación de la naturaleza y en la razón, que distingue al humano del resto de los animales. Cuanto más avanzada científicamente esté una sociedad y mayores sean los conocimientos que poseen los individuos que la forman, menor será la manipulación que sufrirán por parte de sus dirigentes, de los medios de comunicación y de su entorno. El pueblo apreciará las injusticias y no estará dispuesto a aceptarlas, ya que no tomará algo por inmutable, no se basará en las tradiciones, sino que intentará buscar el cambio hacia una sociedad mejor y más justa. 

Por eso no defiendo esa fe dogmática o ciega, sino que pienso que debería existir una "fe científica" o "fe curiosa", en la que las creencias fueran personales y no sociales, es decir, que cada uno decidiera por sí mismo, no por presión del entorno. Las religiones cerradas provocan un encasillamiento que no permite abrir la mente hacia otras opciones. Con esto, no estoy diciendo que la ciencia tenga que destruir la creencia, sino todo lo contrario, deben convivir en simbiosis, con el objetivo común del desarrollo racional y del conocimiento, que conducirán a la justicia.

3 comentarios:

  1. Si bien aún no hemos superado las religiones, aunque en unos sitios más que en otros, este no es el problema fundamental ahora. Ahora, el problema, es que se sirven de los mecanismos de la religión, mejorándolos para seguir controlándonos, esta vez desde otro ámbito: el económico.
    ¿Acaso el capitalismo no funciona ahora como una auténtica religión? ¿La democracia como aquel mesías prometido que nos salvará de los grandes males del ser humano de la mejor forma posible?

    El capitalismo es el mayor genocida del mundo (superando a la religión en sí misma) y el más respetado.

    La pregunta es ¿lo superaremos igual que hemos hecho, en gran medida, con la religión?

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  2. Conforme en la validez de la base sobre la que se sostiene la ciencia. Lo malo es que los humanos no somos tan sólidos como ese planteamiento. Recuerdo que un profesor, hace años, refirió una frase de un famoso científico (no recuerdo quién era) y que decía, más o menos,que las nuevas teorias científicas triunfan cuando los que defienden las antiguas se mueren. O sea, que la objetividad científica es cierta pero menos. Muchas veces la cerrazón triunfa incluso en la ciencia. Pero bueno, es un mal con el que convivir. Nada es perfecto. Yo también prefiero la ciencia antes que la fe.
    Por cierto, ¿qué es lo que ha sonado tras Wish you were here?

    Saludos
    Paca Viejo

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    1. No digo que la ciencia sea perfecta y que la fe no haya aportado nada a la humanidad, este texto era una apología a la razón. La sociedad no necesita autómatas, necesita personas inteligentes y competentes y parece que esto se da cada vez menos. La religión solo era un ejemplo para mostrar la creencia de dogmas, ese asentir y callar.
      La canción es Bronte, de Gotye.

      Un saludo, gracias por pasarte.

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