An immortal and magical thing...

Ayer vi Big Fish por enésima vez. Es una de esas películas que nunca te cansas de ver, que siempre te dejan con buen sabor de boca. Es una película que encierra una magia inexplicable, en la que el límite entre lo fantástico y lo real es muy difuso. Por eso me gusta tanto, Big Fish nos enseña la belleza de la vida y también de la muerte, nos enseña que nunca hay que dejar de soñar, de vivir, de viajar, de amar, de recordar, de imaginar. Porque si hay algo inmortal y mágico en este mundo es la imaginación. ¿Qué sería de nosotros sin la imaginación? La pintura, la literatura, el cine, la música... en general todo el arte se basa en la imaginación. Pero también la ciencia. ¿Cómo elaboras una nueva teoría sin imaginar? La tecnología. Para idear algo hay que imaginarlo primero.
La imaginación es lo que nos hace únicos, diferentes entre nosotros y respecto a los animales. La imaginación y la memoria son las bases de nuestra evolución biológica y psicológica.
Imaginar es crear. Cuando lees un libro creas tu mundo, un mundo al que nadie antes había viajado, que no es el mismo que creó el escritor, porque ese mundo solo existe en su mente, el mundo que creó mientras escribía esas palabras en las que intentaba plasmarlo. No hay nadie que se pierda más que el que nunca abre un libro (El libro es un pájaro con más de cien alas para volar), el que no sabe valorar el arte. Entre las páginas de un libro, entre las notas de una melodía de piano, ahí se encuentra la verdadera magia. La magia de la imaginación.

Imagina y vivirás.