lunes, 16 de julio de 2012

Días agridulces


Hay días, aparentemente dulces días de verano, en los que piensas que nada te puede hundir, que nada te va a amargar el día, y te equivocas… Entonces te atacan tus peores miedos, tienes que enfrentarte a lo que habías temido en el interior de tu mente, aquello que te prometías pasado, autoengañándote, pero que sabías que resurgiría. Porque a pesar de todo sigo sin encajar en esta sociedad, y los demás no hacen más que intentar hacérmelo ver. Porque me aburre todo lo que a los demás parece divertirles, porque no soy como ellos, porque sigo siendo quien era y a pesar de creer haber encontrado un lugar en este mundo, sigo igual fuera de la comodidad y la confianza de mis mejores amigos, sigo igual de falto de aptitudes para las relaciones sociales, sigo prefiriendo la compañía de las chicas antes que de los monotemáticos y aburridos adolescentes, y sigo siendo el perfecto pagafantas.  ¡Qué tonto fui al pensar que algo había cambiado! Quizás solo buscaba la diversión, sin preocupaciones ni malos pensamientos, simple y llanamente. Quizás buscaba ser otra persona, disfrutar sin consecuencias. Ahora me doy cuenta que nunca seré uno de ellos... No es algo malo, pero desearía poder vivir la dulzura del verano sin gotas de limón, que ninguna nube se interpusiera en mi cielo azul. Y aquí sigo, mirando al cielo nublado sobre el mar, y esperando días mejores, sin limón.

3 comentarios:

  1. No te olvides de vivir incluso en los días que esperas que venga algo mejor, puede que no llegue y en el futuro mires atrás pensando en el tiempo que has perdido. Tampoco te preocupes por no encajar, la mayoría de la gente no lo hace, simplemente finge hacerlo. Sé tú y sé fiel a ti mismo, al final sólo a ti te tendrás que darte cuenta de cómo has vivido.

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  2. Deberías llevar un paraguas para que esas gotas de limón no mancharan tu día dulce como el chocolate. Y ese paraguas no es más que las ganas de ser tú mismo sin que los demás te arruinen el día. Como te escribieron anteriormente, nadie suele encajar, fingen que sí pero no lo hacen. Así que no te sientas tan "distinto" porque detrás de esas sonrisas adolescentes, risas y bromas quizás haya una gran inseguridad y temor. Al fin y al cabo, por muy difícil que sea admitirlo, todos somos iguales.

    Te aconsejo que sigas siendo tú a pesar de todo. Es lo único que a largo plazo te hará feliz : )

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  3. Gracias por vuestros consejos. Por suerte he conseguido disfrutar estos días, siendo yo mismo, han tocado días sin limón, así que no me puedo quejar. A veces, tener demasiadas expectativas sobre el verano u otras cosas hace que te decepciones. Solo fue eso, una pizca de deceepción ya superada.

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