jueves, 6 de diciembre de 2012

Delirio

Una hormiga gigante está aferrada al techo del salón. Ahora es de color azul, aunque su piel reluciente va cambiando de color. ¿Cómo he llegado aquí? No sé. Alguien me está hablando, gritando en inglés desde algún lugar de la casa. Leave but don't leave me. Look around and chose your own ground. For long you live and high you fly. And smiles you'll give and tears you'll cry... ¿Quién eres? ¿Quién me habla? Un conejo está corriendo por el salón, pero no le voy a perseguir, no me va llevar a su madriguera. Run, run rabbit run. Ni siquiera me puedo levantar del sofá, una desconocida fuerza me retiene aquí. 

Una mujer, medio desnuda, está dormida en la moqueta, a unos centímetros de mis pies. Ahora lo recuerdo. Es esa guarra de ojos morados, pelo rosa y vestido verde fosforito que ha vomitado mientras me hacía una mamada. ¿Cómo se llamaba? ¿Casimira? No, debe ser Cristóbala... Pues me dejó con el calentón, y tuve que terminar el trabajo yo solo. Me dio morbo sabiendo que esa hormiga gigante y amarilla me estaba mirando. 

¿Qué hora es? ¿Cuánto ha pasado desde la última vez que nos vimos? ¿Cuándo fue la última vez que acaricié tu cuerpo en este sofá? Hace mucho que perdí la noción del tiempo, o quizás fue ayer cuando la perdí. Quizás esa Cristal lleve una semana tirada ahí. Quizás esté muerta, quién sabe. ¿Qué más da? Solo es otra zorra más, nadie la echará de menos como yo te echo de menos a ti. 

Puta. Eres una puta. Tú y todas. Primero nos seducís y luego nos despojáis de nuestro corazón y os marcháis con él, con las manos llenas de nuestra sangre. Ojalá no te hubiera amado a ti, ojalá pudiera amar a esa hormiga verde. Ella no me abandonaría... 

Y ahora, mientras esa extraña voz sigue hablándome, contemplo un cuerpo demacrado, esquelético, al otro lado de la habitación. Está desnudo y me mira a mí también. Su rostro está rajado y tiene restos de sangre... ¿Quién es? ¿Es él el que me habla? I've always been mad, I know I've been mad, like the most of us... very hard to explain why you're mad, even If you're not mad... ¿Es eso? ¿Estoy loco? Qué más da si lo estoy, sigo recordándote... Puta, puta, puta... ¡Y cuánto más puta más te amo! 

Mi corazón son esos cristales que hay esparcidos en el suelo, el líquido derramado es mi sangre. Ahora sé que por muchas rayas que me esnife, por muchos porros que me fume, por mucho alcohol que corra por mis venas y por muchas fulanas que calienten mis sábanas nunca te olvidaré, pero esa hormiga rosa me entiende mejor que tú. 

2 comentarios:

  1. Menuda pasada de entrada. Creo que no me equivoco en decir que es de los mejores relatos que has escrito, al menos, de los que yo he leído.
    Me encanta porque deja una sensación extraña. Deja una sensación desgarradora y en cierto modo divertida. Creo que la hormiga multicolor es la culpable.

    Un saludo, me ha encantado.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Elise. Me alegro de verte por aquí de nuevo, tengo muy abandonado esto últimamente, pero me anima ver que todavía me sigues.

    ResponderEliminar